Aguacero es una escena serena de una tarde lluviosa en un café. El entorno está iluminado por luces suaves y cálidas que emanan del interior de un edificio, visible a través de una gran puerta de cristal.
Sobre el patio, un árbol de frondosas hojas verdes ofrece sombra, y de sus ramas cuelgan luces, añadiendo un encanto acogedor a la escena. Las gotas de lluvia caen delicadamente, creando un efecto reflectante en el suelo mojado, lo que intensifica la atmósfera tranquila. El suave resplandor de las luces contrasta con los tonos frescos del anochecer, creando una sensación de paz y refugio en medio de la lluvia. Aguacero evoca un ambiente íntimo y calmado, donde la calidez y la tranquilidad se entrelazan con la frescura de la naturaleza.